El Gobierno boliviano rechazó la reciente descertificación de Estados Unidos, que eliminó a Bolivia de la lista de países que cumplen con los compromisos internacionales en la lucha contra el narcotráfico.
El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, defendió la gestión nacional, destacando que se incautaron 35 toneladas de droga, se destruyeron laboratorios y se realizaron extradiciones, todo bajo supervisión de organismos internacionales.
Aguilera cuestionó la parcialidad del informe estadounidense, subrayando que Bolivia no produce drogas sintéticas y que el problema del narcotráfico es regional, involucrando también a países consumidores y de tránsito. “No aceptamos presiones externas que ignoren nuestros logros; combatimos el narcotráfico con soberanía, transparencia y resultados verificables”, afirmó.
El viceministro reconoció que existen vacíos legales, como la falta de actualización de los precursores químicos, pero aseguró que estas deficiencias no invalidan los avances del país. Además, anunció la creación de una Alianza Latinoamericana Antidrogas para fortalecer la cooperación regional y evitar que organizaciones criminales operen impunemente en Bolivia.
Con esta postura, el Gobierno reafirma que su política antidrogas es independiente, respaldada por resultados tangibles y reconocida por organismos internacionales como la UNODC y la OEA/CICAD, dejando claro que Bolivia no cederá a presiones externas.
